Imaginemos que en la sentencia de divorcio se estableció que el padre, que no trabaja, abonará en concepto de alimentos la cantidad de 150 euros por cada uno de sus hijos, y que será de 225 euros cuando trabaje.

El padre no da información de si está trabajando o no, pero le consta a la madre que sí. Es evidente que esta ocultación de la información se produce con el fin de eludir totalmente o al menos retrasar en el tiempo el aumento de la pensión alimentaria. El procedimiento adecuado es presentar directamente una demanda de ejecución de la sentencia. Ahora bien, habría que intentar antes una reclamación extrajudicial al padre, por burofax u otra vía que permita dejar constancia del envío y recepción de este requerimiento, para que aporte su situación laboral, contrato, etc.

Si el padre hace caso omiso a este requerimiento o bien se necesita instar lo antes posible el procedimiento de ejecución, en la demanda ejecutiva se puede solicitar como diligencias probatorias que el Juzgado lleve a las actuaciones el informe de vida laboral del ejecutado, el padre. Igualmente se le puede requerir al padre, a través del Juzgado, para que aporte su contrato laboral. También el Juzgado puede realizar una averiguación sobre las cuentas corrientes en las que el padre aparezca como titular como autorizado y, una vez que se haya aportado el listado de estas cuentas corrientes, se puede solicitar del órgano judicial que oficie a cada entidad bancaria para que aporte un listado de movimientos bancarios para acreditar, en su caso, si se ha producido un ingreso en concepto de nómina o similares.

En cualquier caso, es recomendable, cuando se pacten cláusulas de este tipo, fijar en el Convenio la obligación del alimentante de aportar informes actualizados de vida laboral, o copias de nóminas de forma periódica, con aplicación automática del importe superior pactado, en caso de que no lo aporte.